martes, 14 de junio de 2016

Relevancia de los saberes propios en la Educación No Formal

Por M° Fernanda López, Mónica Madrigal, Meliza Quirós  
A través de la historia, se ha tendido a pensar que el conocimiento se construye únicamente de manera científica, utilizando un método y técnicas que verifiquen la veracidad de lo que se está creando, excluyendo los saberes propios, aquellos que son inherentes al crecimiento social de cada individuo, y que se adquieren conforme interactúan con el contexto y los demás seres que se encuentran en él. Este tipo de conocimiento es parte de la vida de cada individuo; por lo tanto, en palabras de Fourez (2008), “la epistemología es también, para cada uno, una reflexión sobre su propia vida y sobre nuestra vida: están en juego cuestiones sobre la existencia y su razón de ser” (p. 11). Esta reflexión implica la visión de mundo de cada persona y su interacción con éste; también es un proceso constante, que inicia desde que nace.
Teniendo claro que las personas participan en la construcción de su propio conocimiento (y también en el de los demás), se puede hablar del socioconstructivismo. Así, la teoría del socioconstructivismo se enfoca en una “visión constructivista¸ es decir, una aproximación que pone el acento sobre el hecho de que cada individuo se construye sus representaciones del mundo” (Glasersfeld, 1985; Larochelle y Bernard, 1994; citado por Fourez, 2008, p.17). Efectivamente, tal como se expuso en el párrafo anterior, todas las personas participan en la creación del conocimiento y, por ende, en la de su visión acerca del mundo. Sin embargo, esta construcción no la lleva acabo solo o sola, sino que es producto de un proceso gradual de una constante interacción. De esta manera, se hace referencia a la “visión pedagógica que concede importancia a las interacciones sociales que condicionan cómo se construyen los conocimientos individuales sobre el mundo” (Larochelle y Désautels, 1992; citado por Fourez, 2008, p.17). Las personas aprenden en colectividad, intercambiando saberes unos con otros.
Ahora bien, para la Educación No Formal, la cual se define, de manera general, como “todos aquellos procesos formativos que, explicando su intención y organización educativa, están fuera del sistema educativo formal (…) y que existe en toda la historia del desarrollo del conocimiento humano” (Lamata y Domínguez, 2003, p.47), es de gran importancia los procesos socioconstructivos que los seres humanos realizan previamente. Se puede observar que la Educación No Formal toma en cuenta “el desarrollo del conocimiento humano,” es decir, no omite todos los aprendizajes que el individuo haya adquirido, ya sea en el sistema formal o informal.[1]
La Educación No Formal pretende contribuir en la construcción y reconstrucción de los conocimientos, validando que éstos son sumamente importantes para las personas. Así, se toma en cuenta “esa visión integral que implica la superación del sesgo epistemológico que reside en la concepción hegemónica de la educación focalizada solamente en la escuela (…)” (Sirvent et al, 2006, p.8). La Educación Formal puede contribuir, como lo ha hecho hasta ahora, en la adquisición de los conocimientos, pero, en muchas ocasiones, suele ser sumamente limitada. Ante ello, la Educación No Formal suele ser más flexible, dinámica y novedosa en cuanto a los temas que se desean trabajar.
Por otro lado, la Educación No Formal, se inclina por el diálogo y la escucha de esos saberes a los que nos hemos referido anteriormente. Sin esos conocimientos, la Educación No Formal no tendría razón para trabajar con comunidades o las diversas poblaciones que acoge en su quehacer. Al respecto menciona Orozco (2011), citando a Freire, que
la alfabetización, crítica y dialógica consiste en la capacidad de interrogar, la vida y las experiencias de las personas, de tocar sus almas y sus mentes, una  educación que no incluya el universo de las palabras de la gente, de las mayorías, y que excluya más que incluya a los desfavorecidos, es una educación extensionista, irrelevante, antidialógica, y acrítica. (p. 81)
En concordancia, la Educación No Formal debe tomar en cuenta “la vida y experiencia de las personas”, pues ésta nutre los conocimientos que se construyen entre todos. Además, debe considerar la trascendencia de estos conocimientos para entender las dinámicas y visiones de mundo del lugar donde se lleva a cabo el proyecto.
En síntesis, la Educación No Formal releva la perspectiva socioconstructivista de la epistemología. Considera una visión integradora que reflexiona sobre la creación de todos los factores que afectan el contexto y el imaginario del ser humano en comunidad: elementos sociales, políticos, culturales, económicos, entre otros. Todos estos elementos nutrirán la búsqueda de soluciones a nivel colectivo y el intercambio de conocimientos entre todos los individuos.
Referencias Bibliográficas
Fourez, G. (2008). Cómo se elabora el conocimiento. Madrid: Narcea Ediciones.
Lamata, R. y Domínguez, R. (Coord.) (2003). La construcción de procesos formativos en educación no formal. Madrid: Narcea Ediciones.
Orozco, B. (2011). “Pensamiento crítico y educación: reflexión sobre ciertos sentidos del lenguaje educativo actual.” Investigación, Reflexión y Acción de la Realidad Socio-Educativa de Principios del Siglo XXI. Internacional de Investigación Educativa. San José, Costa Rica.
Sirvent, M. T; Toubes, A.; Santos, H.; Llosa, S. y Lomagno C. (2006). “Revisión del concepto de Educación No Formal” Cuadernos de Cátedra de Educación No Formal – OPFYL. Facultad de Filosofía y Letras UBA, Buenos Aires.





[1] Véase definiciones de Educación Formal e Informal en Luján, M. (2010). La administración de la educación no formal aplicada a las organizaciones sociales: Aproximaciones teórico-prácticas. Educación, 34(1), p.102

3 comentarios:

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  2. A pesar que desde las ciencias denominadas “duras” se ha querido desvirtuar el valor del conocimiento producido desde otras ramas del saber entre estos el conocimiento que se construye en la cotidianeidad de las personas, es un hecho ineludible que el conocimiento se construye -que cada uno de nosotros somos creadores – portadores de conocimiento- Además cabe destacar que la adquisición de conocimiento no puede limitarse a la educación formal –escuelas-universidades- sino que este proceso seda en diferentes ámbitos de la vida de las personas mediante la interacción con otros –consecuentemente con su mundo de saberes- en este encuentro dialógico las personas logran reafirmar sus conocimientos, reflexionar sobre lo que creen y re formular algunos otros.

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  3. Creo que este es el concepto que todos deberíamos tener claro, mas que nada porque todos los dias estamos inmersos en la educacion no formal, al hablar con el vecino o durante las lecciones de manejo. La gente cree que estos procesos fuera del aula o de un laboratorio no pueden aportar ningún tipo de conocimiento fiable para una investigacion, sin embargo estos espacios cuentan con muchisimas fuentes de informacion. Yo me considero una de esas personas que antes no entendía como se generaban resultados viables en las ciencias sociales. Hoy gracias a que decidí abrirme a este campo de la educación no formal, entiendo incluso que nuestro trabajo es incluso mas complejo que el realizado a veces en las ciencias exactas.

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